Relato de una olla - LikeaPoem.com
Relato de una olla
Se presento ante nuestros ojos un propagandista
Sutil como una serpiente a punto de atacar
Dijo servil: síganme no los voy a defraudar
Todos lo elegimos para acompañar.
¿Íbamos a poder satisfacer nuestras ollas?
Si lo seguíamos qué futuro nos depararía
Casi cedimos nuestra soberanía
¿Y a dónde se fugo nuestro guía?
Pusimos en la balanza los pros y los contras
Y entonces recordamos que esa mentira
En alguna ocasión ya la habíamos escuchado
Y que tan caro nos había salido acompañarlo
Jugando a ser el buen sanmaritano, se quedo 10 años.
A él le costo un hijo muerto por haberse metido
Con algunos que le ganaban la batalla
De ser tan fríos y no tener moral ni escrúpulos
Se encontró con tan oscuro crepúsculo.
Porque tener una cuenta con tanto dinero
En el exterior, dónde nosotros nada tenemos
Tan de arriba no se lo iba a poder llevar
Algo tendría que resignar, y qué mejor que nos cause lastima.
Nos costo fideos en agua caliente sin sabor
Precios en el cielo más allá de las nubes
Ollas populares, las individuales quedaron vacías
Caímos en el mismo error dos veces consecutivas.
Estábamos ya ante la tercera, casi lo volvimos a hacer
Pero entonces hicimos un clic y recordamos que
Su eslogan nos había cautivado, y a su vez defraudado
Teníamos los verdes ya tan lejos de nuestras manos.
Entonces la olla se destapó, con aroma putrefacto
Tanto daño nos causo ese mercenario, pero hagámonos cargo
Que gran parte de la culpa también la tenemos por ingenuos
Y haber creído en ese cretino privatizador de nuestros deseos.
La olla salió a la calle, culpando a otro imbécil por el que optamos
Con furia la golpeamos reclamando lo que nos pertenecía
La plaza de las celebraciones se colmo de reclamos
Las luces se apagaron, estábamos todos desempleados.
Entonces surgieron papeles llamados bonos
¿Quebracho, lecop, les suena patacones?
Volvimos al trueque como al principio de los tiempos
Que no nos de vergüenza por haber sido crédulos.
Algunas ollas quedaron solas sin compañía
Nuestros hermanos buscaron otra salida
Lejos de este pueblo yendo detrás de una oportunidad
En busca de lo que habían perdido, lo que acá no podrían recuperar.
Tantas veces contiguas nos hemos equivocado
El error siempre nos ha costado muy caro
Pero seguimos con la cabeza gacha ante ellos
Porque no nos comprometemos ante nuestros derechos.
Elegimos por un turco, un aburrido y un pingüino
Y ahora por una señora que no sé qué intenta hacer
Marido y mujer controlan el poder de la Argentina
Y otra vez la olla tiene miedo de quedar vacía.
No hace mucho, no tan antaño ocurrió
El campo un paro nacional implantó
Y todos nos vimos afectados, pero esta vez no engañados
Hablan de retenciones y exportaciones de lo agrario.
La olla volvió a salir a la plaza pero de distinta manera
Tenemos millones en el banco ¿Qué ridiculez es esta?
Tenes trabajo, pero lo que ganas no te alcanza
Los precios vuelven a estar arriba de nuestra balanza.
Pero con una mano en el corazón
Antes de votar, alguien las propuestas leyó
Lo digo porque en ese caso podríamos haber optado
Por algún otro mentiroso y adulador postulado.
Yo pienso que nuestras ollas están cansadas
De recibir golpes y de no estar colmadas
De ser populares por necesidad y no por voluntad
¿Quedarán desplazadas por matecocido y un poco de pan?
Pobre olla de algún argentino, lo que has tenido que aguantar
Quisiera poder prometerte que esto nunca más te va a pasar
Pero no puedo, no te voy a engañar, todavía tenemos que aprender
A ser un poco más responsables, y que estos chantas no vuelvan a aparecer.
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