Todo parecía andar mal,

Nos veíamos derrotados,

Adormecidos por el dolor...

Aceptando cabizbajos las pautas,

Las reglas impuestas por alguien,

O algunos...

Que parecieran disfrutar,

Cagándonos la vida...

Pero como siempre,

El amor ciego,

El amor adicto, como el nuestro,

Nos fue sumergiendo en la bruma,

Alejándonos del resto,

Al menos por momentos,

Enredando nuestros cuerpos,

Que se niegan al olvido.

Y sobre nubes de otoño,

Fuimos soñando,

Amándonos en silencio,

Mirando por sobre todos,

Jactándonos de sentir tan fuerte, tan rico,

De amarnos intensamente,

De ir aun, contra ellos...

Burlándonos de ser únicos en sentir así,

En vivir este amor irracional,

Tan único e incomparable,

Que no siente compasión por nuestros corazones,

Que laten tan de prisa,

Que sienten tan profundo que duele y quema

y como quema!!!

Y ahora nos vemos,

No tan derrotados,

No tan vencidos...

Con algunas batallas ganadas,

Y puñado de dudas y miedos en las manos,

Unos cuantos enemigos acechando,

Pero todo nuestro amor,

Dispuesto, enorme,

Jamás apagado...

Dispuesto a incinerar todo,

Y dejar sus cenizas libres al viento,

Cenizas q a nuestro lado..

No serán mas que triste polvo en el viento...

Y nosotros, en cambio,

Juntos en lo eterno,

De las cenizas, de las lagrimas,

Del odio aún, resurgiremos...