Arrancar quiero de ti

un suave suspiro,

con el que darás calma

a mis dolores.

Porque sufro sabiendo

que tus latidos,

gritan ecos callados

por otro amor.

Los bellos resplandores

de tu mirada,

quiero siempre se fijen

en mis tormentos;

porque lloro tan solo

con la amargura,

de idolatrarte triste

sin ser de ti.

Permite a tus oídos

oír mis versos,

poemas lastimeros

por tu desdén;

así sabrás lo mucho

que sufro, amada,

y empieces a quererme

con gran pasión.

Abre el portón dormido

que hay en tu pecho,

dejando paso libre

a la ilusión.

Dame el refugio tibio

que tu alma esconde,

para no ver morir,

mi existencia cruel.