Sevilla tuvo que ser.
Tuvo que ser Sevilla. En Sevilla tuvo que ser. En esta ciudad milenaria que ha servido de cauce a tantas civilizaciones. Sevilla, sonoro enjambre de abejas espirituales, hechas de oro y temblor, como la vio el poeta. Sevilla, nombre que fulgura en la historia con puro destello de inmortalidad. En Sevilla pueden ocurrir las cosas más bellas y las más absurdas. Las más sublimes y las más insólitas.Como una noche callada como testigo de amor,con una luna razjada
que parten el corazon,sintiendose pleteada,deseosa en ser besada y orgullosa en ese
cielo que nos envolvio en su amor.Sevilla tiene dos barrios que se asoman en su balcon,uno se llama triana y el otro la macarena,calvarios de una pasion y que en su rio separa un amor del otro amor.Estan clavadas dos cruces en el monte
del olvido,por dos amores que ha muerto,sin haberse conocido,sus besos tocan campanas,campanas de la giralda en el color verde y oro y el rojo esmeralda,por la pasion de
que hay en su tierra,albero de maestranza,y si nadie ha compredido lo que yo quiero decir,
que se hacerque por Sevilla,lo mismo que me paso a mi.En sus jardines enterre mi cuerpo y resucitar en abril,enamorarse en sus ojos,en el monte del olvido,dos amores han de vivir.
Sevilla tuvo que ser la calaran en mi alma
y arrastrara mis entrañas dentro del guadalquivir,hoy yo siento por Sevilla ese suspiro de España,suspiro que va por ti,que vine
de tierra extraña atraido por las musas,que solo
se ven aqui y es que en Sevilla es tesoro olvidados por lo moros y reconquistada por mi.
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