Hoy es un día feliz, lleno de sublime bienestar;

el sol me despertó más temprano que de costumbre,

y me puse a meditar en las cosas más sencillas.

La vida me está regalando una oportunidad más

para hacer el bien, para sonreír más, para abrazar...

hacer que alguien se sienta bien conmigo al hablar,

mientras preste mi oído para escuchar lo que  le abrume,

porque al conocer de estas cosas que nos suceden a todas las gentes,

hace ser más comprensible con el otro, el cercano, el lejano.

Hoy me olvido de mi para pensar en ti, en ti, y en ti,

porque se que tienes tus problemas, tus tristezas,

que, posiblemente, no voy a poder solucionar,

pero bastará con ponerte atención y adentrarme en tu dolor

para que tu carga en este día sea más liviana;

mañana no se si vaya a estar sintiendo lo mismo que hoy,

entonces, me atrapo el día, te lo entrego, te lo dedico,

porque al estar contigo, también mi alma se redime;

hoy no tengo miedos y eso es lo que deseo transmitirte:

decirte que la existencia nos da sorpresas gratas,

y aunque no sean tangibles las sentimos en el corazón

como regalos divinos, como ofrendas de AMOR.

Hoy mis horas, las que viva, me dedico a comprenderte;

aunque me hayas ofendido, o me hayas hecho bien;

o por las veces en que yo te haya dañado sin darme cuenta,

o con darme cuenta, somos seres humanos,

para todas las cosas hay una explicación valedera.

Se que no es fácil, pero si pudiera dejaría estos instantes

en una caja de donde pudiera quitarlos cuando quisiera;

para cuando los necesites, y poder estar como me siento hoy,

para entregarte esta PAZ que desde alguna parte vino hasta mi,

y se que vino no para guardármela para mi propia satisfacción;

o para mi propio estar bien y gozarme con ella,

si no para compartirla, y poder transmitir algo que todos pueden tener.

Suena loco para algunos, lo se, la india, la araucana

que siempre se está disgustando por todo,

hoy quiere alegrarse por todos, y con todos.

Todo mi cariño de verdad, lo dejo plasmado aquí,

porque no puedo dejar pasar tanta ventura sin querer decirlo;

con las ganas que tengo de volar hacia el sitio del dolor

para que un unguento de solidaridad sea el regalo

que deposite en su frente cansada, en su corazón afligido,

en la llaga que todavía no ha cerrado.

Este es mi mensaje de amor que no se por que lo escribo...

Margarita

29/11/07