Andaba como deprimido en mi vida,

Buscaba a mis espaldas huellas de mis culpas,

Esperaba que transcurran más rápidos los días,

Cuando la noche llegaba, yo no dormía, por las dudas.

Todo andaba tan mal aquí, ya ves,

En cárceles de libros me encerraba

Y casi siempre me secuestraban fantasmas de papel,

Entre lamentos mi vida pasaba.

Y de pronto un día cayó sobre mí tu mirada,

Me dije: ¡Dios mió! ¿Ella será un ángel?,.

Refusilos de arco iris desparramaban tus ojos

Como era posible vos mirabas

¡A mi que estaba a punto de caer!

¡A mi que estaba tirado, todo roto!

Esa tierna mirada fue alimentando mi alma

Comencé otra vez a mirar el cielo azul,

Me levante dejando de lado todas las cosas pasadas,

Me recataste de ese frío y oscuro ataúd.

Tu mirada es tan especial, que no encuentro las palabras

Para poder describir esa magia,

Magia que tenés cuando en cada una de tus miradas,

Me enseñaste que las cosas de verdad pueden cambiar.