Fuego tragando fuego,

la materia se extingue sobre la braza,

y mi cadillac marcha sincero, y lento,

con mi musa de rodillas pidiendo amor,

yo de prueba exigiendo un clero,

con las tropas del norte agobiando el terreno

una economía queda muda, sin mudas,

y me arrepiento de ser tu maestro,

o el que construyó tu escuela

y me hace falta la historieta del filibustero,

del que lleva sangre en sus cojones.

Mi vida, entera con regodeos, adopto,

tu nombre, tus poemas, y a ti,

de espaldas sin tatuajes, y con opiniones,

excusas, me excusas? entiendo mis flagelos,

si una vez fui cobarde ahora soy comandante,

no pido señuelos, ni arrestos, mucho caviar

y nada ajeno, tu corazón latiendo en pleno

yo con mi mano de anzuelo, cavando mi daga

y sangrándome el suero, mi alimento

en tu vientre de acero, naciendo a partos

con mis recuerdos.

El estado efusivo del poeta,

cuando solo él entiende entre sus lineas

de misterio.