Mi vida es el rumor pacifico y eterno

de tus ojos en este campo tan yermo.

Esos colores que me besan el rostro

en este encuentro singular, un todo.

El verde de tus ojos a Iraklion me recuerda,

el camino a Rethimnos, olivares de Creta.

Si solo supieras que el brillo de las olas

tu sonrisa imitaba al romper en la costa.

Esas chispas que iluminan tu mirada

me llevan a otra epoca de mi vida terrena.

Reviven pigmentos igneos y olores de arte,

tu iris festejado en amarillo y tostada Siena.

Convulsiona mi espiritu la profundidad

entre tus parpados, que me sumerge en añoranza

de una existencia que no es la mia y sueño

con que tus ojos me digan: "Ten esperanza".