La distancia entre los dos

es como ver el rió de la vida,

nos separa con sus caudales

al llenarnos de agotamiento al llegar a su remanso.

En su regazo exhaustos nos encontrámos,

del cansancio se desprende la sonrisa de júbilo

al vernos acurrucados por los cálidos vientos

que entregan calor a nuestros cuerpos.

Tu desnudes morena,

líneas que atormentaran mi sexo,

tu jugar en las arenas,

sintiendo en los labios de esperanza que se ajena.

Te entregas a la manos

que te llenan de furor con sus caricias,

mi boca busca la fresca vertiente que da vida

al succionar el néctar de la esperanza.

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