En mi mirada

el que lo desee podrá

ver la sencillez o no de mi alma.

La verdad o falsedad de mi corazón.

que aunque no lo tenga conmigo

él jamás engaña.

Porque mis palabras son firmes.

Verdaderas?bien francas.

No llevo antifaz,

tampoco ando a punta de lanza.

No tengo alas doradas,

Mucho menos voy con afilada guadaña.

Soy mujer con fundamento

y principios claro.

No busco amores por las esquinas

mucho menos en cada puerto.

Porque lo tengo? aunque lejano

y de ello no me lamento.

No me arrojo a los brazos

del primer labriego que hara los campos.

Ni ando al acecho de tesoros mundanos.

Fui reina y aun lo soy

aunque digan lo contrario.

Si por pedir "libertad"

de "posible" me van tildando?

que pena me dan aquellos que lo han pensado

los que se jactan de mansos,

son lobos camusflados

y publican sus fracasos

como éxitos logrados.

Inventar engañoso poemas

con mi nombre titulado

están mostrando la pobreza

de un corazón desdichado.

Por no ser presa fácil

hoy me han crusificado.

Me llaman "flor marchita,

mujer bella con el corazón despoblado

o me auguran un peregrinar por la vida

eternamente desgraciado."

Y yo me pregunto - Es "hombre" aquel

que por despecho me ha lapidado

con mundanos y prolifero vocablos?

Es que hay que decir ¡SI!

Entonces eres buena?

Un ¡NO! es pecado; cuidado no se acepta,

si lo das, eres María Magdalena?

Le dejo mi libre pensar a sus expensas

?El que este exento de pecado

arrójeme su primera piedra?

***03 de noviembre de 2007***

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