Recorriendo por las venas una fiebre sexual

entramos a la alcoba de túneles sin final

nos abraza aquel fuego que hace arder las paredes

desatando nuestros impulsos a consumirse totales.

Desnudos de pronto nos cubrimos con tela de amores

juntamos los pechos, se agitan los corazones

nos bebemos fugaces entre el silencio de suspiros

y en el grito de los gemidos a suave ritmo nos comemos.

Lentamente te hago mía sintiendo escuchar serenos

regalándole a mi boca el sabor de tus senos

tu cuerpo se estremece, renuncia a la dulzura

ya fascinado, a el lo circunda la lujuria.

De tu carne muerdo el más mínimo pedazo

deslizándome por pliegues divinos llego al íntimo bocado

asido de fragancia le dedico la acostumbrada reverencia

empujando mi lengua a lo más profundo de su esencia.

Veo de entre tus piernas a la flor que se abre

quieres saciar del todo mi apetito hambriento

me apodero de tus caderas, de tu bello vientre

penetrándote como nadie más lo disfrutamos por completo.

Voraces hasta en las noches más heladas

se nos adueña el pertinaz viaje que transporta

sumergidos en el delirio máximo del éxtasis

volamos sin brújula por este ambiente que nos enreda.

08/04/08

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